A lo
largo de la historia, los dioses han tenido una tradición de jugarle malas
pasadas a todos aquellos hombrecitos que reciben sus favores. Lo aprendimos
desde que el Zeus olímpico tomaba cuerpos y formas de los hombres para
satisfacer sus deseos; lo escuchamos, como un rumor, acerca de todos los
avatares de Krishna; lo entendimos desde la tragedia primigenia de la primera
pareja japonesa. Y Warren Ellis lo explota ahora en su Moon Knight, serie de nuevo lanzamiento en la línea del All New Marvel Now.
Después
de su muerte hace algún tiempo, no habíamos tenido noticias de este personaje
menor del universo Marvel. Sin embargo la gran noticia no es la resurrección de
Marc Spector, sino la calidad de esa resurrección. En una compañía que se ha
destacado en los últimos años por matar y resucitar a sus personajes más
rápidamente que las reencarnaciones de Buda, el punto no es cuándo volverá a
aparecer un encapuchado sino cómo lo hará. En esta ocasión, permítanme decirlo:
por primera vez me dejaron boquiabierto.
Para
aquellos que no son expertos en la historia previa de Moon Knight, lo único que deben saber es que tenía un oscuro pasado
que le dejó infinita riquezas –intactas desde su muerte y hasta su
resurrección, algo que sólo pasa en la tierra 616- y que Khonshu, el dios de la
luna lo resucitó para ser algo así como un espíritu de la venganza. A lo largo
de los primeros números de esta nueva serie, Ellis nos retrata un Spector
reservadísimo y sumamente especulativo. Es como si Sherlock Holmes se hubiese
encontrado con Spectre encarnados en
el cuerpo de un ninja.
Los
lápices y las tintas están a cargo de Declan Shalvey, y se agradece que la casa editorial le haya permitido jugar
con la apariencia del universo Marvel para volverla algo más adulta; es decir,
menos brillante y definida, tal como se presenta en otros títulos del All New Marvel Now. La visión oscurecida
de Shalvey complementa de manera perfecta y razonada el guión de Ellis; y todo
viene a ser un gran producto integrado bajo los colores de Jordie Bellaire.
Quizás
lo que desentona un poco en las primeras páginas es la tipografía elegida por
Chris Eliopoulos. Aunque en general yo me he encontrado con que su trabajo es
uno de los más atinados de la industria, el tipo de letra podría haber sido más
acorde al espíritu del trabajo que nos presenta el resto de los artistas en
este cómic. Sin embargo, pronto pasa el shock inicial y las páginas se dejan
leer como agua que corre. Y es que, hay que decirlo: pocas publicaciones de
Marvel hoy en día están destinadas a un público no adolescente. Pero ésta es
una de esas pocas que vale la pena. O que valdrá la pena mientras mantengan
este equipo de trabajo. Si llegan a cambiarlo, ya veremos.
Una
última nota acerca de este nuevo Moon Knight: uno de los atractivos más
valiosos que tiene el título es que, al menos los primeros 6 números, son
historias autocontenidas; es decir, se desarrollan en veintidós páginas y nada
más. Desde mi perspectiva, esta forma de hacer cómic se ha ido perdiendo pero
resulta más valiosa en el sentido de que la secuencia y la evolución de los
personajes son más fáciles de seguir. Aunque, claro, también representan un
reto en cuestiones de escritura y edición.
En
resumidas cuentas, se agradece la madurez con la que Marvel ha retomado este personaje
de su imaginario. Esperemos que continúe así por mucho tiempo más.
Hasta
la próxima luna, old sports!
-The
Great Gatsby