jueves, 28 de noviembre de 2013

Superior Spiderman: ¡Ya no más tu amigable vecino!



Detalle de portada de The Superior Spiderman #20. Lápices: Giuseppe Camuncoli. Tintas: John Dell. Colores: Antonio Fabela

Hace casi un año fuimos testigos de la “última” batalla épica entre Spiderman y Doc Ock. Entonces todo cambió realmente en la vida del arácnido favorito de todos los tiempos. De todos los reinicios que hizo Marvel con su primera versión de Marvel Now!, el nacimiento del Superior Spiderman fue, al parecer uno de los mejor aceptados (Según el censo no oficial de Dan Slott, publicado apenas esta madrugada en su twitter[1]). Yo, en lo personal, comparto la opinión de Nova: este Superior Spiderman es un tipo insoportable.

Pero, ¿qué tan definitivo es dicho cambio? A un año de los cruciales eventos de The Amazing Spiderman #698, el Superior se ha dedicado a saldar las cuentas pendientes del Amazing, de Parker, de NY, y todavía no da señales de que vaya a terminar. Lo que sabemos es que hasta ahora los arcos de historia están planeados para llegar hasta el número 25 con lo que sumaría 380 días ininterrumpidos de superioridad arácnida con las 8 extremidades que esto significa. ¿Después? Sólo Dan Slott, ese gordito buena onda, y el equipo editorial de Marvel lo sabe y tenemos la seguridad de que no nos lo dirán hasta que salgan los especiales con número decimal del ASM #700. 

Hablando de cómics en los que han participado mexicanos con regularidad, esta serie ha tenido como integrantes regulares a Humberto Ramos en los lápices, al tijuanense Víctor Olazaba en las tintas, y a Edgar “el pato” Delgado en los colores. ¿Hay que mencionar que el Spidey de este equipo es uno de los preferidos de los fans? Pero tampoco podemos menospreciar el trabajo que el equipo de Stegman y Livesay (junto con Delgado), o el de Camuncoli, Dell, Pallot y Fabela, están haciendo con la historia de este nuevo y “mejorado” Spiderman.

Para aquellos que gustan de la acción con ese particular estilo Marvel, en donde los personajes, casi en cada panel, aparecen en poses acrobáticas y llenas de dinamismo, éste es el título que conviene leer. Aunque a muchos otros no les gustará que el Superior haya cambiado sus clásicos chistes y ocurrencias en batalla por un monólogo estilo supervillano que, no pocas veces, le ha acarreado problemas. Otros más, en cambio, amarán la personalidad unleashed de este Spidey: más brutal, más cínico, más justiciero. Lo cierto es que, al menos a mí, la serie me ha tenido entusiasmado y atento a pesar de  lo insoportablemente perfecto que me parece el Superior porque, contrario a lo que se empeñe en afirmar el guionista, los personajes de Marvel SIEMPRE vuelven de la muerte.

Y ya que yo no tengo Spider-bots ni Spider Minions que escriban una tesis doctoral en mi lugar, me despido deseándoles una excelente semana. Hasta pronto, old sports!

Su amigable vecino,
-The Great Gatsby

P.D. ¿Se han fijado cómo últimamente, los personajes de cómics obtienen Ph.D.s como si fueran palomitas de maíz? ¡Que alguien me pase la receta!




[1] @DanSlott : https://twitter.com/DanSlott . Tweets del 27/11/2013 a las 11:49 p.m. y de 28/11/2013 a las 12:22 a.m.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Lazarus: boleto a la inmortalidad



¿Quién podría haberse imaginado que la inmortalidad estaba en manos de la ingeniería genética? Al parecer, además de unos los científicos de la Oregon Health and Sciences University, de Stanford, de las universidades de la Ivy League en Estados Unidos, y de los institutos científicos Europeos y del Japón (hasta donde sé podría haber más), digo, al parecer además de todos ellos, Greg Rucka y Michael Lark sí lo imaginaron.

La complicidad entre escritor y dibujante se nota en cada página. ¿Cómo lo sabemos? Contrario a algunos otros cómics, la fluidez de los paneles que cuentan la historia de este futuro distópico, gobernado por genios del mercado, es económica y es perfecta. Es decir, no hay panel que sobre, ni violencia gráfica gratuita. Cada mancha de sangre cuenta la historia de cómo ha sido derramada. Cada panel contiene, además de la interpretación gráfica del momento esbozado en el libreto, los detalles necesarios para hacer que el ojo esté atento a las sombras, las líneas y el color que le darán la interpretación abarcadora de los futuros por venir.

Si me preguntan cuál es el mayor crédito de Lazarus, por una vez no les diré que es la fabulosa historia de muerte y resurrección en otro escenario apocalíptico (que, haciendo una retrospectiva, en este Blog parece ya más bien un cliché), imaginada por Rucka. Tampoco les diré que se trata del arte inmisericorde y perfecto de Michael Lark, con sus sombras mistificantes y sus tecnologías futuristas. Ni siquiera les hablaría del color que Santi Arcas le imprime a la historia a través de su uso de una paleta con tonos más bien opacos, nada chillante que no desentone con las distopías apocalípticas de los fabuladores de inmortales.

Lo más fabuloso que tiene Lazarus son las noticias constantes que nos ofrecen Greg (y Michael) acerca de los últimos avances científicos; es el trasfondo de la historia a la que nos aventaron de cabeza con esas tres altamente volátiles primeras páginas del número 1, presentado en una línea del tiempo junto a la sección de cartas en el resto de las entregas. Lo que más se le agradece a estos muchachos de Image es que no son envidiosos y nos permiten indagar en el mundo que han creado a través de la ciencia de nuestros días. Se les agradece también que no nos llenen de aburridas páginas explicativas acerca de la historia que nos están contando.  

Así que, ya lo saben: que no los engañe el mundo con su falso sentido de trascendencia cuando dice que “el objetivo no es vivir eternamente sino crear algo que permanezca para siempre”. ¡Lo que verdaderamente deberíamos estar haciendo en estos momentos es aplicar para un Ph.D. en Ingeniería genética! 

¡Hasta los genes, Old sports!

-The Great Gatsby

sábado, 16 de noviembre de 2013

Nova: legado interestelar


Detalle de portada, Nova 1. Lápices: Ed McGuinness, Tintas: Dexter Vines, Color: Marte Gracia

Cuando, a principios de 2013 debutó el quinto volumen de Nova, su número 1 llegó con pompa y circunstancia: entre aplausos, altísimas calificaciones por parte de los especialistas, y recomendaciones de compra. Nueve números después, el título sigue siendo una luz en medio de los oscuros eventos en los que se encuentra inmerso el universo Marvel en estos momentos.

El primer arco de historia a cargo de Jeph Loeb nos presenta el lado humano del superhéroe cósmico. Es la narración de los orígenes, una de esas que nos atrapan a todos por aquello que revelan sobre nuestra propia naturaleza y que al mismo tiempo ocultan, al mostrar solamente una parte de los sucesos que anteceden al momento del nacimiento de un nuevo héroe: Sam Alexander habrá de convertirse en Nova forzado por la necesidad, por el legado. ¿Las circunstancias? Descúbranlas ustedes mismos; pero les prometo que no los dejarán desencantados.
           
El segundo arco de historia, que comienza en el número 6 presenta una particularidad poco común en el mundo del cómic: el equipo está conformado casi completamente por mexicanos, salvo por Zeb Wells, que es el escritor (muchachos, anímense; debería haber exportación de escritores de cómics desde tierras aztecas). Lo interesante de estos números es que se tocan sólo tangencialmente con la serie Infinity, que está reformulando (destruyendo) el universo Marvel (otra vez) tal como lo conocemos. De modo que la historia de Nova puede seguir adquiriendo peso con relativa facilidad. Incluso podemos anticipar que para el número 9, Sam, a través de sus decisiones, se ha creado una enemiga mortal quien, en el futuro, esperamos sea su némesis.

El dibujo de Paco Medina en este segundo arco de historia, que tiende más hacia el estilo caricaturesco, caza muy bien con el carácter juvenil del título. Y aunque no a todos les ha gustado su interpretación de los esbirros de Thanos, me parece que hace un excelente trabajo con aquella que fue la primera enemiga cósmica en el haber de este adolescente reclutado por la genética para las Nova Corps. Por su parte, el pulso siempre fino de Juan Vlasco no escatima en los detalles, especialmente en las sombras de las páginas donde aparecen seres monumentales como Lady Liberty o The Watcher.

Sobre el color, en la serie, debo hacer una nota aparte. Mientras que el Nova de McGuinness, Vines y Gracia (libros 1-4) en general era un libro hilarante gracias al libreto de Loeb, por otra parte era un Nova más oscuro, en términos de iluminación y color quiero decir. Después de la pequeña participación de Edgar Delgado (otro mexicano que ya se ha formado una tradición en Marvel) como colorista de transición, el Nova de Medina y Vlasco (libros 6-9) es más brillante, sin llegar a tener claroscuros desgarradores, gracias a la mano de David Curiel.

Para terminar, los dejo con un dato curioso: un par de páneles del primer arco de historia se encuentran casi totalmente en español. Y me parece que la actitud del nuevo Nova hacia su heritage language resume perfectamente la de muchos descendientes de latinos en Estados Unidos. Por eso también es curioso y significativo que el equipo que trabaja ahora mismo en su creación sea casi totalmente mexicano.

Hasta la vista, Old sports!

-The Great Gatsby


P.D. Un mal manejo de mis tiempos como estudiante doctoral me hizo atrasarme dos días con esta reseña. Ofrezco una disculpa pública a mis editores-promotores, mis lectores y mi manager.  

jueves, 7 de noviembre de 2013

The Sandman Overture: que toda la vida es sueño



Detalle de la portada de The Sandman Overture. Arte de : J.H. Williams III
Dicen los que saben que ‘Los Clásicos’ son esas lecturas de las que uno siempre dice: “estoy releyendo (inserten aquí el Clásico de su preferencia)”. Son ese tipo de obras que despierta nuestra curiosidad una y otra vez desde sus primeras líneas, no importa cuántas veces fatiguemos sus finitas páginas. Hace unos años, un amigo mío quiso venderme el número 1 de The Sandman. Ya saben: primera impresión, en perfecto estado. En ese tiempo yo no sabía nada de la vida. ¿Y ahora? ¡Ahora que lo he recordado quiero pegarme un tiro! Fue una oportunidad que jamás se me volverá a presentar. Al menos no a ese precio y no en esas condiciones. Mucho menos si The Sandman: Overture tiene el éxito que se espera de ella.

En este nuevo capítulo de la historia del Sandman de Neil Gaiman, encontramos una obertura cósmica. Pero no tema el lector ser fatigado con una historia de los orígenes del personaje. Nos enfrentamos, en cambio, a un libro cuya forma narrativa emula la forma musical de la que toma nombre; un título que pretende establecer (si bien, más de 20 años después) el perfil emocional de la ópera que le sigue (o le precedió). Recordemos que ya contamos con 10 volúmenes de recopilatorios del personaje. Recordemos también que el primero de dichos volúmenes se subtitula: Preludes & Nocturnes, y en él nuestro autor presenta los acordes básicos de su historia. Recordemos que en estos momentos me siento el más desdichado de los hombres por haber dejado escapar ese primer número por no tener miserables 900 pesos disponibles en mi cuenta (tristeza de la que no me salvará ni siquiera tener la reimpresión que de este mismo número hizo Vertigo Comics en su reciente colección Essentials).

Si bien para esta nueva serie el personaje regresa cojo de creadores, pues nos encontramos con un nuevo intérprete gráfico de las palabras de Gaiman, el arte de J. H. Williams no se siente como una pata de palo. Es excelente en casi todos sus paneles. Personalmente disfruté mucho de la intertextualidad visual de alguna de sus páginas, en donde hace referencia visual a las imágenes tamizadas por una superficie cóncava del primer Sandman; pero esta vez presentadas en una visión más cruda y literalmente orgánica. Y para los fanáticos de las splash pages, creo que concordarán conmigo en que la cuádruple splash page con la que casi concluye el volumen es un hermoso derroche de imaginación y referencias intertextuales a los estilos  que han revestido y podrían revestir al Sandman.  

Todavía resta ver cómo se desarrolla en los siguientes números esta historia, pero les puedo decir que sólo hay de dos sopas:
Sopa 1. O se compone de una primera parte lenta y estática, seguida por una segunda rápida y con muchos detalles contrapuntísticos.
Sopa 2. O se conforma de tres secciones, alternando ritmos rápido, lento y rápido.
Lo importante de esta serie, hay que aclarar, es que se trata de un paso de la acción dramática de la trama del Sandman y a lo largo de éste esperamos ver incorporados temas de esa música de sueños que ya habíamos conocido.

Para quienes amen las comparaciones, ambos números 1 están disponibles ahora mismo en el mercado (pero no el de Jamaica ni el de Sonora, como no sea en versiones piratescas en dialecto tepiteño). No importa si son lectores nuevos. Bastará con leer el primer volumen de cada serie para entender la magnitud de esta historia y las resonancias que puede tener en nuestras almas. Y para los lectores clásicos del primer Sandman; a ustedes no les llega como de golpe este notición: que toda la vida es sueño, y los sueños… ¿sueños son?

Lindos sueños, old sports!

-The Great Gatsby