jueves, 26 de septiembre de 2013

Danger Girl: Trinity. Joyas, chicas y peligro


En esta nueva entrega de Danger Girl encontramos a Abbey, Sydney y Sonya en misiones individuales, que acabarán por intersectarse. Esta división de la historia en tres partes nos permite disfrutar de la interpretación visual de diferentes artistas sin necesidad de esperar a que aparezca una nueva mini-serie, lo cual se agradece.

Para aquellos que se acerquen por primera vez al personaje, hay que decirlo: si estás buscando un cómic con chicas sexy, acción y aventura, ¡este es el libro que deben comprar! Para quienes ya están familiarizados con Abbey Chase y compañía, encontrarán pocas sorpresas, pero no por ello es menos recomendable su lectura. La historia de Abbey nos sugiere una intertextualidad con Indiana Jones (pero claro, Abbey es la versión femenina y sexy del arqueólogo favorito del celuloide); mientras que la de Sonya tiene alguna reminiscencia de Dos bribones tras la esmeralda perdida.

El guión está a cargo de Andy Hartnell, co-creador de Danger Girl; mientras que la otra mente responsable del nacimiento del personaje, J. Scott Campbell, solamente se dedicó al dibujo de las portadas en colaboración con Nei Ruffino, como ya se ha hecho costumbre. Hartnell hace un buen trabajo a pesar de las referencias fílmicas a las que lo ligamos. Aunque la intriga aparece un poco tarde en la historia, y hasta el tercer número vemos verdaderamente como comienzan a interrelacionarse los trabajos de las Danger Girls, en general resulta entretenido y por momentos tiene algunos tintes cómicos.

Ahora bien, si ustedes, como yo, amaron hace años la versión de Campbell de Danger Girl, el trazo de John Royle complementado por las tintas de Phillip Moy promete llevarlos en un viaje al pasado y presentarles una Abbey Chase muy cercana a aquel personaje de las portadas. Mientras que algunos consideran que este hecho le resta originalidad al libro, a mí me parece que funciona maravillosamente por dos razones: la primera, como ya lo dije, tiene que ver con los lectores asiduos de Danger Girl, y se trata de una apelación a la nostalgia, a la tradición, por así decirlo. La segunda razón tiene que ver con los lectores nuevos: si el libro fue diseñado para atraer más público, es lógico que la editorial haya querido presentarles al personaje con su look clásico. De una u otra forma, yo disfruté mucho este regreso al pasado, pero con trazos más finos y cuidados que los de aquel primer Campbell (hay que reconocerlo).

Por otro lado, la historia de Sydney estuvo a cargo de Harvey Tolibao. De él agradecemos la precisión y el detalle tanto en personajes como en escenarios, aunque para ser sinceros falla un poco en cuanto a las expresiones faciales. La historia de Sonya la dibujó Stephen Molnar, y aunque a veces abusa del personaje al ponerlo demasiadas veces en posiciones provocativas, la consistencia de sus trazos hace un buen contrapeso con el de los otros dos dibujantes.

Mucha de la cohesión de este libro se debe al trabajo de Rómulo Fajardo, quien tuvo el reto de trabajar con tres artistas diferentes. Lo cuál se dice más fácil de lo que se logra. La elección de colores y atmósferas casa adecuadamente con cada tipo de trazo, lo que le da al lector la seguridad de estar leyendo un solo libro dibujado a seis manos, y no tres libros distintos. Así que, apresúrense a conseguirlo porque se acaban.

Por esta semana es todo; hasta pronto old sports!

 -The Great Gatsby

jueves, 19 de septiembre de 2013

Superman: Unchained. El mito remasterizado





Superman: Unchained. Lápices: Jim Lee, Tintas: Scott Williams, Color: Alex Sinclair

¡No es un avión, es.. es…! Infinitas veces hemos oído, leído, repetido esa introducción, terminada con el nombre más famoso de la cultura del cómic; pero esta vez, en esta historia, no sucederá así. Superman: Unchained explora el mito del Hombre de Acero para resignificarlo. Y no podíamos esperar menos del combo entre el excelente escritor Scott Snyder y el aclamado dibujante Jim Lee.
Juntos desencadenan una serie de eventos sobre Superman que hasta el número 3 de la serie no sabemos si son afortunados o desafortunados. Lo que sí sabemos es que cada página es un derroche de trazos ágiles y precisos por parte de Lee; seguramente un reto para Scott Williams al momento de entintar, trabajo que realiza con una pulcritud digna de aplauso. El arte es complementado por los vibrantes colores de Alex Sinclair, que nos sumergen en una atmósfera basada en los tres básicos, los colores oficiales del protagonista, sin llegar a ser monótona.
Siempre fiel a su estilo, el escritor Scott Snyder nos presenta en Superman: Unchained, un Clark introspectivo que no se limita a mostrarnos un despliegue de poder sobrehumano sólo porque sí, sino que dialoga consigo mismo, proveyendo así una fluidez a la narración que se agradece. No faltan tampoco las metáforas, ni las referencias literarias a la Iliada, los mitos y la historia griega. Y conforme van corriendo los números la trama se enriquece, incluyendo a un cierto detective como invitado especial y a antiguos personajes de reparto que verán puestos en juego sus lugares en el mito del Hombre de Acero cuando Clark conozca a un “nuevo héroe” surgido de entre las sombras de 75 años de ocultamiento.  ¿De quién se trata? ¿De dónde viene? ¿Por qué tiene sentimientos encontrados hacia Superman? Todo eso es spoiler y no lo diré, así que tendrás que averiguarlo leyendo este título.
Lo que sí te puedo decir es que este título de DC supera con creces lo que hasta ahora habían hecho los nuevos 52 con la historia y los personajes de Superman. Y por eso, te lo recomiendo.
Hasta la próxima, old sports!

-The Great Gatsby

Postdata del 24 de septiembre: Con las prisas olvidé elogiar el excelente trabajo que nos ofrece el dibujante Dustin Nguyen al final de cada libro. Y es que como un bonus, en cada entrega Scott Snyder nos ofrece un epílogo que presenta, hasta ahora, la parte más oscura de la historia de Unchained. Quizás recuerdes el trabajo de Nguyen por su previa colaboración con Snyder en American Vampire: Lord of Nightmares, o por su más reciente Batman: Li'l Gotham. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

East of West: el mundo se acaba en el oeste.



¿Qué pasa cuando tomas un poco de ciencia ficción, elementos del apocalipsis, una historia de amor, traición y muerte,  y los fundes en un Western? Obtienes una de las mejores historias de fin del mundo, escrita por Jonathan Hickman e ilustrada por Nick Dragotta: East of West.
El comic, que ha recibido alabanzas como uno de los mejores nuevos títulos del año, tiene reminiscencias de la obra casi homónima de John Steinbeck: East of Eden, no sólo en el nombre, o en el hecho de que ambas historias comiencen cronológicamente a partir de la guerra de secesión norteamericana, sino -y esto es lo más interesante- en su exploración del significado y ejercicio del libre albedrío.   El primer número de esta epopeya del oeste sci-fi, nos presenta con sutileza al héroe del cómic, empezando por sus acciones y sus ausencias hasta revelar su forma física y su carácter: la Muerte, quien se ha negado a tomar su lugar en el advenimiento del Armageddon. Los motivos que lo mueven a desafiar al destino son peligrosamente humanos.
Es el año 2064 y los primeros cinco números extienden la trama con misterios dosificados. Guiado por la idea de búsqueda, este primer arco de la historia nos presenta el choque de fuerzas humanas y sobrenaturales que se desatan cuando tres de los cuatro jinetes del apocalipsis buscan al primero, ahora renegado, con quien todo acabará. Por su parte, la Muerte ha emprendido la búsqueda del Cáliz, tan solo para darse cuenta que no busca uno sino dos tesoros; mientras que los hombres poderosos de esta distopía pre-apocalíptica perseguirán el cumplimiento de una palabra profética conocida como The Message, intentando acelerar el fin de los tiempos. Las voluntades, los intereses y los objetivos de los personajes a cargo de cada una de estas cruzadas se entretejen unos con otros a la manera de una intrincada telaraña, de manera que al final no sabemos si la Muerte, como siempre, ganará.
Los colores de Martin aportan una atmósfera acorde a los tiempos del fin. El contraste entre la paleta de naranjas y ocres que utiliza para la tierra: árida, desolada, y los azules: que comunican la idea de fuerzas místicas en constante tensión, recoge los matices adecuados a la densidad de la historia que Hickman ha desarrollado de la mano de la energía y sobriedad de los trazos de Dragotta.
Por su capacidad de reinventar la historia conocida, de crear una serie de revelaciones místicas y proféticas para un mundo a punto de perecer, y por la audacia de la sinergia entre la muerte y el amor, te recomendamos ampliamente este comic para el fin de los tiempos.
See you later, old sports!


-The Great Gatsby