jueves, 31 de octubre de 2013

Ten Grand. Amor de lejos...


Detalle de Portada de Ten Grand #1. Artista: Ben Templesmith

¡Imaginen que tienen el poder de decidir la causa y la forma de su muerte! ¿Qué escogerían? ¿Una muerte tranquila; una muerte rápida y sin dolor; una muerte heroica; a manos de un familiar, de un enemigo, de su perro? Joe Fitzgerald, el protagonista de Ten Grand, tiene el más temido de los poderes, y su motivación es la más básica de los humanos: el amor.

Más allá de la base romántica que se encuentra soportando las múltiples capas de sentido que conforman este thriller detectivesco, se encuentra una reflexión sobre la toma de decisiones, la necedad, la persistencia y la capacidad que tenemos de alternar en una historia entre lo natural y lo supernatural. El creador de Babylon 5, Joseph Michael Straczynski, nos presenta así su más reciente ficción, bajo el sello combinado de Joe’s Comics e Image Comics.

El artista encargado de la narrativa visual en esta aventura mística entre inmundas vidas humanas y los ángeles del bien y el mal, es Ben Templesmith. Especialista en historias de horror, ya podrán imaginarse la calidad visual del cómic tan sólo de ver sus portadas. Creanme: son todo lo que prometen y aún más. Claro que usar tonos rojizos para los demonios no representa ninguna innovación en el canon; pero confío en que ustedes sabrán reconocer el punto de inflexión que promete el arte de Templesmith en este libro.

El equilibrio que encontramos desde la primer portada se extiende a lo largo de cada número, en donde casi siempre se diferencia los interiores de los exteriores a través del uso de colores cálidos para los unos y fríos para los otros. Los recuerdos, y los saltos en la trama también juegan con el código de color y sombras; dándole así la profundidad necesaria al relato. Afortunadamente las letras de Troy Peteri no interfieren con el trabajo del artista; y eso que en algunos paneles tuvo que hacer verdaderos ritos mágicos para colocar todas las palabras necesarias.

Es digno de notar, que Joe’s Comics nos presenta, con éste y otros títulos por venir, una nueva manera de abordar las series. Tal como lo promete Straczynski, cada nuevo título correrá por 6, 8 o 12 números, mientras se completa el primer arco de historia. Al finalizar, habrá una pausa de dos o tres meses en los que el equipo creativo y editorial revalorarán si existe material y calidad suficiente para continuar con la historia. Por ahora sólo nos ha llegado los primeros 4 números de esta odisea mística; pero tal como se mueve la historia, esperamos impacientes los siguientes dos números que culminarán con este primer arco. Sabemos que los mensajeros nos sorprenderán.

See you later, old sports!

-The Great Gatsby

jueves, 24 de octubre de 2013

Aeternus Malum (Forever Evil): la transfiguración de la maldad


Detalle de la Portada de Forever Evil # 1
Lápiz: David Finch; Tintas: Richard Friend; Colores: Sonia Oback

El lema del Crime Syndicate, que da título a nuestra reseña de esta semana, nos remite a dos ideas importantes que regirán y dictarán el desarrollo y posible éxito de Forever Evil, el mega evento de DC para 2013-2014: teatralidad y decepción. Bien sabemos que son dos ideas íntimamente ligadas al mythos del Caballero Oscuro, pero no podemos negar que la fórmula ganadora de Geoff Johns se compone primordialmente de ellas.

Quien se acerque por primera vez a la historia sin haber leído Trinity War, el crossover que en meses pasados enfrentó a las tres ligas con el Crime Syndicate por primera vez en la era New 52, no tiene nada que temer. Johns hace un buen trabajo en el número uno para presentar tanto al Sindicato como el conflicto disparador de la trama a través de la decepción. Tan bueno como puede ser un cómic que debe lidiar con tantos personajes como paneles tiene cada página.

El arte de David Finch, como siempre, es excepcional. Se agradece que la double splash page del primer número no se haya desperdiciado y sirva para presentar la maestría de su trazo. Se ha dicho que, quizás por vez primera, Finch ha encontrado su lugar en el universo de los New 52; ese punto en donde no se desperdicia su talento con una historia trivial. Con sus tintas, Richard Friend aprovecha para hacer suficientes sombras poco amigables. De esas que uno agradece en una historia oscura que indefectiblemente necesita involucrar a personajes con coloridos trajes de spandex.

Y hablando de esto último, Sonia Oback nos regala una paleta de colores amplia que responde a las exigencias de la historia y los personajes, sin caer en el ridículo. Claro que, para mi gusto, a veces exagera en los cálidos para los rostros y la piel humanas.

 En suma, el arte de Forever Evil, tanto como la historia, deberían atrapar tus sentidos. No se trata solamente de una pelea callejera de supervillanos a nivel mundial (algo así como una Civil War de DC en negativo), sino que se trata de una reformulación del concepto de maldad en el universo New 52. Claro que todo el tiempo, al menos durante los dos primeros tomos, el lector se estará preguntando si en realidad faltarán todos los héroes. Pero debemos preguntarnos, si no se tratará de la teatralidad y la decepción a la que Johns nos quiere sobreexponer.

En cualquier caso, para un lector que comience a cansarse de los eventos infinitos, quizás pueda soportar un poco más de locura, e interesarse en lo que DC tiene que decir ahora al respecto. Les deseo buena lectura, y cuídense del mal, old sports!

-The Great Gatsby

jueves, 17 de octubre de 2013

Happy!: la salvación por los amigos



No hay nada más inocente, más puro, que la imaginación de un niño. Y no hay nada tan vicioso como esas imaginaciones contaminadas por la crudeza de una realidad hostil y profana. En Happy!, el aclamado escritor Grant Morrison nos presenta una historia navideña de redención en la más fina línea del humor negro norteamericano.

Tomando como punto de partida las historias policiacas de las comedias fílmicas, Morrison arma una pareja de héroes inverosímil y por lo mismo totalmente adecuada para su historia. Pero hay que advertirlo: para aquellos que gustan de los finales inesperados, es mejor alejarse de este libro. Lo importante de esta historia no es ‘el fin’ sino los medios por los que se llega.

El trabajo de retratar un héroe y una ciudad con todos los vicios corre a cargo de Darick Robertson, quien nos presenta un libro lleno de sombras, expresiones corporales y gestos exagerados de manera que la miseria de esta tierra sea palpable en cada una de sus páginas. Contrasta con esta abigarrada deformación de la virtud, la pureza del compañero del héroe, cuya persistencia, a pesar de los reveses, nos lleva por fin a la conclusión prefigurada desde el instante de su primera aparición en el cómic.

Apoyan en la creación de esta atmósfera de vicio y corrupción los finos colores de Richard P. Clark y Tony Aviña. Y son finos no porque presenten una innovación al retocar el arte de Robertson con tonos sucios de gris, sino por el balance que logran entre la maravilla de Happy! como personaje de apoyo y el lúgubre semblante de nuestro héroe, que tiene cierto dejo de John McClane degradado a nivel “cloaca neoyorkina”. Completan el esfuerzo las letras de Simon Bowland, quien inserta con artesanal cuidado toda clase de insultos y vejaciones que, sin embargo, lo único que hacen es acentuar la candidez de este cuento de navidad. 

Por todo esto, mis amigos, Happy!, aunque no es precisamente una novedad (pues fue editada por primera vez en 2012), es una lectura altamente recomendable. Por cierto: Image Comics está por sacar a la venta su HC con 10 páginas adicionales nunca antes publicadas. Aún están a tiempo de encargarlo con su retailer de confianza. Por ello, simplemente déjenme despedirme deseándoles por adelantado:
Merry Christmas, Old Sports!

-The Great Gatsby

jueves, 10 de octubre de 2013

Über: el hombre vuelto arma.



No me gustan las historias de la Segunda Guerra Mundial. Debo confesar que siempre me he alejado de ellas lo más rápido posible. Siempre, hasta ahora. Por eso, cuando mis amigos me recomendaron leer Über del escritor británico Kieron Gillen, fiel a mi postura me negué rotundamente. Aunque, ahora que lo pienso, ahí hubo gato encerrado. Me dijeron: “como quieras; pero sólo mira la primera página del número 1 y después nos dices que no lo leerás”. Entonces mi postura cayó en la desgracia.

Über cuenta una historia desagradable: la búsqueda del Übermensch por los Nazis, y su consecuente triunfo en llevar al hombre más allá de sus límites físicos. Y aunque Gillen no es el primero que lo intenta, pues contamos con el clásico referente del Red Skull de Marvel, sí es el primero que plantea con toda seriedad un escenario de la Segunda Guerra en donde hay más de un ser super poderoso en las filas del Eje.

Caanan White hace un excelente trabajo en el dibujo de esta serie. Hay que elogiarlo, pues la calidad de su trabajo habla por sí misma, a pesar de que ésta es su primera serie mensual. El reto, por supuesto, es inmenso: página por medio nos encontramos con algún reto sobre la composición del cuerpo humano. Y no estoy diciendo que White sea un maestro de la anatomía, pero con seguridad comunica la sensación que el escritor pretendía crear en sus lectores.

Sobre las tintas de Keith Williams, no acabo de decidirme, y esto tiene mucho que ver con el trabajo de los coloristas en Digikore Studios. Si bien el esfuerzo de Williams por seguirle el paso a los trazos abigarrados de White no desmerece, la verdad es que, puesto en perspectiva, el tipo de luz que utilizan los coloristas no me convenció del todo; sobre todo cuando se trata del cuerpo humano.

Dejando de lado mis insignificantes reticencias sobre el color y la luz, en general la composición de este libro es excelente. No sólo por todo lo expresado anteriormente sino porque nos presenta un rasgo de la humanidad que a todos nos asusta: la capacidad que tenemos de deshumanizarnos a nosotros mismos y a otros a través de nuestras acciones y pensamientos.

Los personajes de Gillen no son acartonados superhéroes que defienden a una u otra postura ideológica, sino seres que poseen una profundidad psicológica porque poseen anhelos, sentimientos y vidas contradictorias, tal como el resto de los seres humanos que vivimos de este lado del papel. De modo que hay que decirlo: la mayor batalla en esta obra no está plasmada en una double splash page; sino en los diálogos de los personajes, que viven circunstancias límite y deben aprender a conciliar sus demonios internos para reaccionar ante ellas.   

La ironía típica de los ingleses tampoco falta en el libro. La encontramos en el número 4, por ejemplo, cuando la única mujer de los übermensch opera un milagro de proporciones bíblicas para llevar tropas hacia su destino. Por otro lado, cada entrega, al menos del número 1 al número 4, trae un breve texto al final firmado por el escritor, en donde explica las circunstancias de creación y recepción que han rodeado a este magnífico libro. Eso es lo que llamaremos ‘el valor agregado’ para aquellos que buscan consejos de escritor. Por otra parte el número 0, contiene un par de entrevistas a los artistas y reproducciones de los bocetos de diseño de los personajes.

Con Über es necesario romper los paradigmas. Yo, por ejemplo, nunca pensé que haría el review de un cómic que no me gustara. Y mucho menos pensé que algún día recomendaría alguno. Porque hay que decirlo: ¡Über no me gusta… pero no pude dejar de leerlo! Así que heme aquí, diciéndoles a ustedes: si no han conseguido todavía sus copias del primer arco de esta impresionante historia, corran a comprarlas, porque seguro que aumentarán su valor antes de que acaben de decir Zweiter Weltkrieg.

Suerte con la lectura. Espero que no los deje menos afectados que a mí. Auf Wiedersehen, Old sports!

-The Great Gatsby

jueves, 3 de octubre de 2013

Zero Year: Batman before the Bat



La reconfiguración del universo DC hace casi dos años con el proyecto New 52 prometía atraer nuevos lectores a las franquicias que lo conforman. Aunque el éxito de la compañía ha sido cuestionable en muchos de los casos, la solidez con la que Scott Snyder y Greg Capullo han ido construyendo su Batman, ha hecho que este título sea una de las felices excepciones.

Y el éxito rotundo de esta serie se confirma con cada número de la saga Zero Year, que nos ha propuesto Snyder. Es cierto que ya otras veces hemos tenido historias de origen. Pero ninguna como ésta, que nos entrega un incipiente Caballero de la noche que se debate entre la urgente necesidad de su cruzada y la importancia de reclamar su lugar como heredero de dos de las familias más poderosas de ciudad Gótica. Familias que, por cierto, son conceptualizadas por Snyder como luz y oscuridad.

Claro que, siendo el año cero, Bruce se encuentra todavía en entrenamiento. Snyder, en compañía de su pupilo James Tynion IV, se las arregla para darnos detalles de esos años de formación en las back up stories al final de cada número. De este modo, como en una nota al pié de página, los escritores recuperan en cada libro un rasgo de la personalidad del Bruce del año cero, para desarrollarlo a manera de explicación en el recuento de sus años de entrenamiento. Estos apéndices, cuyo dibujo corre a cargo de Rafael Albuquerque, con colores de Dave McCaig, rematan cada libro con una fuerza juvenil provista por el trazo vigoroso del dibujante, que contrasta con el dinamismo sobrio del lápiz de Capullo y las tintas de Miki, que cada vez se sienten más cómodos en esta historia.

Llama la atención que en Zero Year encontramos una colorida Gotham City. Contrario a lo que estamos acostumbrados, la ciudad no es ese ente gris que sirve de pretexto para la acción del murciélago. En cambio, Fco Plascencia nos ofrece, con sus colores, un personaje más; no un simple escenario. Un personaje que, como el camaleón, cambia de color con los estados de ánimo a los que queda expuesta por las acciones de otros y por sí misma.

Lo importante reside en los detalles, y en estos libros hay, por lo menos, dos, que me han hecho congratularme por haberlos leído. El primero se encuentra en el número 21, y para no hacer un spoiler, solamente les diré que la gorra de Bruce es importante, no porque funja como personaje, sino que se trata uno de esos hilos que conectan el pasado con el presente, lo que es con lo que será, y su presencia revela que el joven Bruce todavía no está listo para ser Batman. El segundo detalle es la conversación entre Bruce y Nygma en el número 22. Una joya de esas que sólo existen en los comics, y para la que, imagino, Nick Napolitano tuvo que utilizar todo su talento de letrista. Créanme, por la armonía lograda entre escritura y dibujo, esa página es más que suficiente para que el libro valga la pena, aunque, claro, estoy seguro que ustedes encontrarán muchas más razones.

¡Suerte en la búsqueda, old sports!

-The Great Gatsby

Postdata: Llegó hasta mis ojos el anuncio de que nuestros amigos de Decomixado, aquí en el DF, pronto tendrán la inauguración oficial de su tienda. La cita es el sábado 26 de octubre en Plaza Niza 66, local 2. Como ya saben algunos que nos siguen en twitter (@Askthegatsby; @Decomixado), ahí podrán encontrar los títulos reseñados al mejor precio del mercado.